miércoles, 11 de diciembre de 2013

La Naturaleza Muerta (Concepto y Análisis de uno de sus cuadros)

Bodegón generado por computadora
El Bodegón o Naturaleza Muerta, es una obra de Arte que representa objetos inanimados, generalmente extraídos de la vida cotidiana, que pueden ser naturales (flores, frutos, etc.) o hechos por el hombre (libros, utensilios, pipas, etc.)

Bien, el bodegón o naturaleza muerta se sirve a menudo como material académico para aquel que desea aprender a dibujar y/o pintar; pues, aparte de ser uno de los cuadros más fáciles, también le da al artista mayor libertad de establecer como se situará la composición y es un buen método de como crear efectos de luz y sombra, claroscuros, valor tonal, armonía en la composición, etc.


Tazón de Fruta Transparente y Jarros,
frescos romanos en Pompeya (alrededor de 70 d. C)
El bodegón es muy popular desde la antigüedad, y más en el arte occidental; curiosamente, antes del año 1700, en el bodegón se podían observar simbolismo religioso y alegórico según con lo que el artista deseaba representar, pero con la llegada de la Reforma Protestante, este genero ha ido quitándose la connotación religiosa y orientarse hacia la vida cotidiana de las personas.    




Análisis del Cuadro: 
"Naturaleza Muerta con Ostras, limón y taza de Plata"      


Naturaleza Muerta con ostras, limon y taza de plata  (Stilleven met oesters, een citroen, een roemer, een gebroken glas en een omgevallen tazza)

Willem Heda (1634)
Es la obra del pintor neerlandés Willem Heda, el panel mide 43 cm x 57 cm y fue pintado en 1634, se encuentra actualmente en el museo Boymans van Beuningen, de Rótterdam, Países Bajos.

Al parecer, es un cuadro típico del autor (Naturaleza Muerta), se pueden apreciar diversos objetos en la mesa. En el primer plano se aprecia un limón a medio pelar en el centro del cuadro; ya que en aquella época se le atribuían propiedades curativas, incluso se creía que era un antídoto contra el veneno. 

Al fondo una copa a medio vació, algo típico del autor. Las ostras, el limón y la castaña a medio comer es un mensaje constante del artista que representa la fugacidad de los placeres humanos. A pesar de ser restos de comida, aun se presentan apetitosos a la vista y con detalles delicados, como las ostras. La composición en general, contiene pocas tonalidades hasta llegar al punto de se un "banquete monocromático", algo usual en la época; el uso de los tonos castaños, verdes, amarillo dorado, grises, blanco plateado. 

Cabe destacar el uso de las luces de la copa del fondo, se puede notar que la luz viene de un ventana al lado izquierdo de la ventana y como cambia de dirección al entrar en contacto con el vino. 

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